Podríamos
responder a esta pregunta con estos tres enunciados:
•
La sociedad moderna depende de la Genética
• La Genética es una faceta crucial de la Medicina
• La Genética afecta a nuestra propia visión del mundo
La sociedad moderna depende de la Genética
Echa
un vistazo a la ropa que llevas. El algodón de tu camisa y de tus pantalones
procede de plantas de algodón que difieren de sus ancestros naturales por haber
sufrido un intenso programa de mejora, consistente en la aplicación metódica de
postulados genéticos estándares. Lo mismo podría decirse de tu comida más
reciente: el arroz, el trigo, el pollo, la ternera, el cerdo y el resto de los
principales organismos que sirven de alimento a los seres humanos en este
planeta han sido especialmente seleccionados por mejoradotes de plantas y
animales.
La
llamada Revolución Verde, que incrementó dramáticamente el rendimiento de las
cosechas a escala global es en realidad la historia de un éxito genético, la
historia de la obtención, mediante cruzamientos controlados, de variedades
enormemente productivas de algunas de las especies de plantas cultivables de
mayor consumo. Para optimizar su cosecha, un agricultor puede plantar una gran
extensión de tierra con semillas de la misma constitución genética
(monocultivo). No obstante, las plantas cultivables son atacadas por organismos
patógenos, en cuyas poblaciones, ocurren constantemente cambios genéticos
aleatorios, y tales cambios confieren a veces, nuevas capacidades patógenas,
con lo cual, ello pone en peligro a todo el monocultivo, ya que los genes de
resistencia de estas plantas tienen una efectividad limitada por el tiempo. De
ahí que los genéticos de plantas deban estar siempre más adelantados que los
patógenos y prevenir epidemias masivas que podrían tener efectos devastadores
sobre el suministro de alimentos.
Hongos
y bacterias han sido también genéticamente seleccionados para cubrir
necesidades humanas. Un ejemplo es la levadura, que constituye la base de
industrias multimillonarias que fabrican productos de panadería, bebidas
alcohólicas y combustible a base de alcohol. Son hongos los que suministran el
antibiótico penicilina, la ciclosporina, un fármaco inmunopresor que impide el
rechazo de órganos transplantados, y todo un conjunto de compuestos de interés
industrial, como el ácido cítrico y la amilasa. Las bacterias ofrecen a la
ciencia médica antibióticos como la estreptomicina. La mayoría de las
industrias que utilizan hongos y bacterias se han beneficiado de la aplicación
de postulados clásicos de mejora genética. Pero estamos ahora en una nueva era,
en la que es posible manipular directamente el DNA para obtener en el tubo de
ensayo nuevas cepas de microbios, diseñadas específicamente para cubrir
nuestras necesidades. Esta técnica de manipulación se conoce como ingeniería
genética molecular. Como ejemplo, contamos hoy día con cepas bacterianas que
producen sustancias de mamíferos, tales como la insulina que se utiliza en el
tratamiento de la diabetes y la hormona de crecimiento empleada para tratar el
enanismo pituitario.
En
ingeniería genética molecular, se modifica la constitución genética de las
células exponiéndolas a fragmentos de DNA foráneo, normalmente de otra especie
distinta, que contienen los genes que determinan las proteínas deseadas. Las
células toman ese DNA, que se inserta luego en sus propios cromosomas. Las
células modificadas de esa manera se denominan transgénicas. De una célula
transgénica puede obtenerse un organismo transgénico. Empleando esta técnica
puede generarse un amplio rango de organismos modificados de valor comercial.
La aplicación comercial de la ingeniería genética molecular recibe el nombre
genérico de Biotecnología. Se prevé que esta industria biotecnológica basada en
la Genética se convierta en las próximas décadas en una de las industrias más
rentables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario